La noche quiere que amanezca,
Pero la luna se mese entre las nubes
cuenta las estrellas una a una,
hasta que según ella,
El sol aparezca,
y por fin en un preciso segundo
roce sus mejillas
con sus labios tibios
el no tiene opción que no mirarla
con sus labios tibios
el no tiene opción que no mirarla
caminando hacia el horizonte
dejándola otra vez atrás
dejándola otra vez atrás
en un océano infinito
lleno de botellas chiquiticas,
donde el sentimiento
solo sobrevive por el suspiro
y la lagrima antes derramada dentro
Solo una palabra escrita
donde el sentimiento
solo sobrevive por el suspiro
y la lagrima antes derramada dentro
Solo una palabra escrita
-te extraño-
dichos a pedacitos
dichos a pedacitos
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